La leche deslactosada es una opción fantástica para aquellos con intolerancia a la lactosa o sensibilidad a los lácteos, ya que está especialmente tratada para reducir los niveles de lactosa, el azúcar natural que se encuentra en la leche.
Esto significa que puedes disfrutar del sabor cremoso y nutritivo de la leche sin los efectos secundarios incómodos.