Después de la muerte de Don Quijote, Sancho Panza cree recibir desde el féretro del ingenioso hidalgo un encargo desde el más allá y es el de buscar otro amo para no dejar morir el espíritu de la andante caballería, se desata la historia de una obsesión similar a la que plasmara Cervantes.
Ocupado ahora con un hidalgo viudo, enamorado todavía, melancólico y poeta, Sancho lo convence para que se haga caballero andante con el nombre de don Trujo del Jabalón y vaya a rescatar a su amada Margarita de los infiernos.