El zinc es esencial para el funcionamiento normal de muchos órganos y sistemas del cuerpo, incluidos el sistema esquelético, el inmunológico, el neurológico y el endocrino.
Es un cofactor mineral necesario para cientos de reacciones enzimáticas relacionadas con el metabolismo de proteínas y carbohidratos en el organismo.
Favorece un envejecimiento saludable al intervenir en procesos de reparación celular, defensa antioxidante y función inmune.
Desempeña un papel fundamental en las actividades de neutralización de radicales libres del cuerpo.