Cognac Napoleon por excelencia, es el referente para todos los otros cognacs de esta clase. Con su sutil y característica armonía entre la madera de sándalo, orejones de albaricoque y hongos secos, seduce por su sinfonía de aromas y por su excelente y complejo paso por boca, que perdurará después de cada sorbo. Un buena idea también es acompañarlo de quesos secos, como el parmesano, o ligeramente dulces, como el Gruyère o el Beaufort. Un auténtico placer para los sentidos.